Doctor Laura Castro Castrezana (Spanish copy)

En la clínica médica del grupo AltaMed en Huntington Park, la doctora Laura Castro Castrezana atiende a un paciente. (Jacqueline García / CALÓ News)

En áreas con una numerosa población latina, por ejemplo el Este y el Sureste de Los Ángeles, suele ser difícil encontrar médicos que hablen español y comprendan la cultura hispana.

Muchos en nuestra comunidad encuentran intimidante la visita médica, precisamente por la barrera del idioma. Por ello, un nuevo programa piloto pretende cambiar esta situación. El Programa Piloto de Médicos Licenciados de México (“Licensed Physicians from Mexico Pilot Program” y LPMPP, por sus siglas en inglés) permite a los profesionales con licencia médica provenientes de México ejercer su profesión en centros de salud comunitaria en California, para de esa manera satisfacer las necesidades culturales y lingüísticas de la población de pacientes latinos. Un logro adicional es la ampliación del acceso de la población a servicios de atención médica de alta calidad.

LPMPP fue creado a partir del proyecto de ley AB 1045 que en 2001 promovió el ya fallecido asambleísta Marco Antonio Firebaugh. Pero aunque se aprobó al año siguiente, la ley tardó 20 años en entrar en vigor debido a cuestiones logísticas que no se habían solucionado, tales como el proceso de contratación, la aprobación de visas para los médicos, la concesión de licencias médicas para ellos por parte del estado de California y otros factores. Una vez superados los escollos, 30 médicos con licencia médica de México pudieron ejercer en uno de los Centros de Salud Comunitarios (CHC por sus siglas en inglés) de California durante un período de tres años.

Por ley, la Junta Médica de California tiene la autoridad de supervisar el programa para garantizar que se cumplan las disposiciones.

Médicos que viven la cultura migrante

Uno de los centros seleccionados para aplicar el programa en el sur de California es AltaMed. Siete de los 30 médicos participantes trabajan en sus clínicas esparcidas por los condados de Los Ángeles y Orange.

Entre ellos está el doctor Christopher Wissar Acosta, un especialista en medicina familiar que solicitó participar en el programa en 2017 y comenzó a trabajar en AltaMed Medical and Dental Group en West Covina en enero de 2023.

Acosta, de 42 años, es originario de Chihuahua, México. Según este Dr., si bien los pacientes en California y México sufren las mismas condiciones de salud, California tiene mejor acceso a medicamentos de mejor calidad.

Además de llevar a cabo chequeos físicos y recetar medicamentos, Acosta se ha interesado en la lucha de las comunidades latinas e inmigrantes. Sus mismos pacientes, expresó, no solamente le hablan sobre su salud física, sino también sobre su salud emocional. Se sienten cómodos por poder dialogar con el médico en el mismo idioma, sin la necesidad de traductores ni malentendidos.

“En México, yo era médico de práctica privada. Con este programa aprendí la importancia del idioma y cómo puede ayudar a las personas”, dijo. “Algunos de los pacientes han vivido en este país desde hace décadas, pero todavía se sienten como si fueran invitados”.

Doctor Christian Wissar Acosta (Spanish copy)

El Dr. Christopher Wissar Acosta de AltaMed Medical and Dental Group en West Covina. (Cortesía AltaMed)

Los médicos participantes del programa piloto tienen la opción de traer a sus familias inmediatas, pero el Dr. Acosta prefirió no hacerlo. En cambio su esposa y su hija pudieron venir a visitarlo.

Cierta vez, mientras iba manejando con su hija, y vieron cómo unos trabajadores agrícolas trabajaban bajo la alta temperatura. Acosta le enseñó a su hija una valiosa lección sobre el respeto a estas personas. Las llama los héroes invisibles.

Según la Asociación Estadounidense de Escuelas de Medicina, en 2019 sólo el 5% de los médicos se identifican como latinos. Si esta proporción continúa, en 2033 Estados Unidos tendrá un déficit de entre 21.000 y 55.000 médicos de atención primaria.

Es por esa razón que programas tales como LPMPP son tan vitales para la comunidad latina en Estados Unidos.

Laura Castro Castrezana,  otra médica mexicana, también participa en el programa piloto. Ejerce la medicina interna en la Ciudad de México desde hace 12 años. En 2015 se puso en contacto con el programa. Siete años después su solicitud fue aceptada y en febrero del año siguiente comenzó a trabajar en la filial de AltaMed en Huntington Park.

También la Dra. Castro Castrezana opinó que a pesar que la ocupación médica es similar, le impresiona cómo funciona el sistema estadounidense. “Los hospitales públicos de México tienen menos recursos. Además, el registro de los pacientes aquí es más eficiente”, dijo.

Aunque inicialmente atendía a pacientes de todas las edades, Castro Castrezana, de 45 años, prefiere atender a los más mayores. Especialmente cree que su experiencia cuenta aún más cuando los pacientes son hispanoparlantes, quienes a su vez se sienten más cómodos cuando explican sus problemas en el mismo idioma.

"Tenemos modos de hablar regionales. Hablando el idioma es cuando se pueden entender los detalles. Cuando esto sucede, los pacientes se sienten motivados y siguen asistiendo a sus citas médicas”. 

La licencia médica local de Acosta y Castrezana es válida hasta 2025.

Proyectos de ley para pacientes hispanohablantes

Veintitrés médicos mexicanos participantes del programa piloto se distribuyeron en Altura Centers for Health en el Valle de San Joaquín, la Clínica de Salud del Valle de Salinas y San Benito Health Foundation en Hollister, todos en la California Central.

A partir de 2021 y por encargo de la Junta Médica de California, un equipo de la Universidad de California en Davis se ha encargado de evaluar el LPMPP y de formular recomendaciones sobre su continuación, expansión, modificación o anulación. Hasta ahora, el programa ha recibido comentarios positivos de la comunidad y las organizaciones en general.

La AB 1045 que posibilita este esfuerzo fue aprobada como programa piloto de tres años de duración. Dos proyectos de ley adicionales que se encuentran en diferentes etapas del proceso legislativo podrían ayudar a expandirlo.

Una de ellas es la AB 2864, que principalmente extendería la estadía de los médicos mexicanos por otros tres años. La otra es la AB 2860, cuyo objetivo es hacer permanente el programa para que más médicos mexicanos puedan ejercer la medicina en California y durante períodos más largos.

Daniela Bárcenas, coordinadora del proyecto para los siete médicos de AltaMed, recalcó la importancia del mismo, lo que radica en la numerosa población latina del estado, para los cuales la cantidad actual de médicos no alcanza a cubrir las necesidades.

Según establece la California Health Care Foundation, aproximadamente el 40% de la población de California está compuesta por latinos, pero solo el 5% de los médicos se identifican como tales.

"Nuestros pacientes se sienten más cómodos con médicos que hablan su idioma y comprenden su origen cultural y sus prácticas domésticas", dijo Bárcenas. Este programa piloto, agregó, coincide con el objetivo de AltaMed de bregar por equidad en la cobertura médica de los latinos.

A su vez, los médicos mexicanos, si bien son idóneos, también necesitan orientación para navegar el sistema, aclimatarse a un nuevo país y enfrentar el choque cultural, estableció. Por ello, se ofreció a los médicos que completaran un curso de orientación de seis meses aprobado por la junta estatal. Esta orientación les presenta el sistema y los protocolos de prestación de atención médica.

AB 2864 y AB 2860, fueron debatidos esta semana. La legislatura aprobó la AB 2864 el lunes 26 de agosto, y la AB 2860 se aprobó al día siguiente. En ambos casos, con apoyo bipartidista. Ambos proyectos de ley están ahora en poder del gobernador Gavin Newsom esperando su decisión final. 

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